

- Arbusto frondoso sin espinas que puede alcanzar 2 m de alto, que posee ramas jóvenes rojizas. Posee bayas rojas comestibles de color rojizo.
- Requiere estar a pleno sol y frío durante el invierno.
- Sus frutos se recolectan en verano.
- Cultivada como árbol frutal, para adornar rocallas o para formar setos.
- Disponible en maceta de 2 L y altura de planta de 40-70 cm.
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Arbusto caduco perteneciente a la familia Grossulariaceae. Sus hojas son lobuladas, dentadas. Emite flores rojizas en el interior y verdosas por fuera con un cáliz velloso, más largo que la corola. Su fruto, la grosella, es una baya redonda de color rojizo del tamaño de un guisante, algo más ácida que la grosella negra. Esta planta no soporta las temperaturas elevadas en verano, se desarrolla bien en ambientes húmedos, aunque es necesario protegerla del viento. Prefiere suelos ácidos, frescos y ricos en materia orgánica, siempre que estén bien drenados. Requieren riegos con frecuencia cuando florecen en primavera o cuando fructifican en verano. Esta planta tiene un aspecto más erguido que la grosella negro. Es una planta muy sensible al oidio, aunque en pocos casos hay que recurrir a tratamientos fitosanitarios.